Post publicado en: https://www.edex.es/entornos-deportivos-seguros-para-la-infancia/
Detenido entrenador de atletismo por agredir sexualmente a varias alumnas”, titulaba la prensa el pasado 2 de enero. NI era la mejor manera de comenzar el año, ni tampoco noticiaba algo excepcional. El 25 del mismo mes nos asomábamos a otro titular: “Detenido el entrenador de un equipo de fútbol infantil de… por abusar de los jugadores”. Cuatro días después, nos espantan dos noticias similares: “Fernando, el entrenador acusado de acosar a dos menores” y “Detenido un entrenador por presunta agresión sexual a dos menores en un colegio”. Suma y sigue. El 5 de febrero nos desayunamos con “El club de balonmano… expulsa a un técnico por tocar las nalgas a una menor”; el día 14, una jugadora de baloncesto declaraba tras ser abusada: “No le deseo a nadie pasar lo que yo pasé”, y el 22 del mismo mes, conocimos una sentencia: “Cuatro años de cárcel para monitor de crossfit por agresión sexual”.
Violencia en la que están involucrados de otras maneras niños, niñas y adolescentes que practican deporte: “Padre de un jugador cadete agrede a un árbitro” (14 de febrero) o “Jugador de fútbol agrede a árbitro de 17 años” (23 de febrero). Y esto que asoma a los titulares de prensa no es, obviamente, sino la punta del iceberg, pues se estima que en torno al 80% de la violencia contra menores no se denuncia.
Saltamos al terreno de juego
Efectivamente, no es un tema menor. Por ello, a las puertas de que Fundación EDEX celebre 5 décadas de trabajo en favor del desarrollo positivo de la infancia y la adolescencia en y desde el País Vasco, promovíamos la iniciativa EDERTO con el propósito de contribuir modestamente al cumplimiento de Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, LOPIVI, en los ámbitos del deporte y el ocio. Dicha ley obliga a todas las personas o entidades que por razón de su cargo, profesión, oficio o actividad tienen encomendada la asistencia, el cuidado, la enseñanza o la protección de personas menores de edad a establecer una serie de medidas de protección, detección precoz y asistencia frente a la violencia que reciben niñas, niños y adolescentes.
El marcador se mueve a nuestro favor
En apenas unos meses de trabajo, hemos encontrado un magnífico eco entre un número creciente de instituciones comprometidas en actuar responsablemente, de acuerdo con las exigencias de la LOPIVI. Desde que tuviéramos ocasión de trabajar con la Federación Bizkaina de Baloncesto y los ayuntamientos de Torrelavega y Reinosa, han sido muchas y de diversa naturaleza las instituciones con las que estamos colaborando: federaciones las cántabras tenis, rugby y fútbol; administraciones públicas como los ayuntamientos de Derio, Oviedo, Santander, Yaiza, Portugalete y Santiago de Compostela y el Gobierno de La Rioja, así como diversos centros escolares y AMPAS.
De la mano de unas y otras, hemos elaborado protocolos y guías de actuación para técnicos, padres y madres, niños y adolescentes; realizado formación presencial y on line con monitores, monitoras, responsables técnicos y directivas de clubes, convocado jornadas de divulgación y seminarios técnicos, señalizado espacios seguros, elaborado recursos didácticos… En unos casos, en colaboración con otras entidades hermanas, como Semillas de oportunidades o Kunina; en otros, con la Academia, como en los casos de las Universidades del País Vasco, Cantabria y Valencia.
Siendo el acceso al ocio, al juego y las actividades recreativas uno de los derechos que recoge la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en su artículo 31, la práctica del deporte ha de desarrollarse en un entorno seguro en el que gozar, al tiempo, del derecho a la salud y el bienestar, y por ello, quienes apostamos por el deporte hemos de ser combativos a la hora de reclamar e implementar las medidas de protección que exige la LOPIVI e impulsa EDERTO.
Seminario sobre deporte y racismo
Distintas manifestaciones de violencia contra niñas, niños y adolescentes asociadas al género o la orientación sexual encuentran reflejo y desahogo en los estadios y, como no, algunas de ellas se tiñen de color. En efecto, como señala la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) en su Recomendación nº 12 de política general de Lucha contra el racismo y la discriminación racial en el ámbito deportivo: “El deporte puede ser una poderosa herramienta para promover la cohesiónn social y valores como el juego limpio, el respeto mutuo y la tolerancia. Sin embargo, algunas veces puede ser un ámbito en el que el racismo y la discriminación pueden proliferar”.
Un racismo expresado de diferentes formas en el interior de los clubes, y de manera más visible en las gradas, desde donde se menosprecia a deportistas por el color de su piel, como sucedió el pasado 3 de marzo, cuando un niño sentado sobre las piernas de su madre gritó “mono” al futbolista Vinicius. ¡Pobre niño!, también violentado, pues es sabido que la criatura imita lo que escucha a los mayores.
De eso va, también, la LOPIVI, que en su artículo 48.1 obliga a todas las entidades y personas a adoptar las medidas necesarias para que la práctica del deporte, de la actividad física, de la cultura y del ocio esté libre de cualquier tipo de discriminación. Y a conversar y actuar sobre ello orientamos el seminario Deporte y racismo que EDERTO promueve, en estrecha colaboración con el Ayuntamiento de Torrelavega y la Federación Cántabra de Fútbol, siguiendo la estela del que tuviera lugar en Bilbao, en el marco del Proyecto Score.
Un seminario que se articula en dos jornadas. La primera, a celebrar el 20 de marzo, antesala de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la discriminación racial, y la segunda el 10 de abril. Cada una de ellas se iniciará con una ponencia a cargo de profesionales en la materia, e incluirá a tres destacados deportistas que tienen mucho que compartir desde su experiencia.
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